El Reino de Dios y ¿cómo podemos ser parte de él?

Por Fernando Alejandre

El Reino de Dios es un concepto importante en la fe. Se refiere al reinado de Dios sobre todas las cosas y a la manifestación de su poder y amor en el mundo. En otras palabras, el Reino de Dios es la presencia de Dios en la tierra y la manifestación de su voluntad en nuestras vidas.

Para ser parte del Reino de Dios, es necesario primeramente aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y salvador y seguir sus enseñanzas, tal como vemos en Juan 14:6 "Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Esto implica reconocer nuestra necesidad de un salvador y arrepentirnos con sinceridad de nuestros pecados. Una vez aceptado a Jesús, debemos de buscar su guía y dirección en todas las áreas de nuestras vidas.

¿Solo con aceptar a Jesús soy parte del Reino?

Para formar parte del Reino, después de aceptar a Jesucristo debemos:

Esto se logra a través de la Oración, pues esta es la manera en que nos comunicamos con Dios y le permitimos que actúe en nuestras vidas. Cuando oramos, podemos pedirle a Dios que nos muestre su voluntad y nos guíe en todo lo que hacemos.

"Orad sin cesar" - 1Tesalonicenses 5:17

Jesús nos enseño que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y que debemos servir a los demás de la misma manera en que él nos ha servido. Cuando ayudamos a los necesitados y amamos a los demás, estamos reflejando el amor y la gracia de Dios en el mundo.

"Y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios" - Marcos 12:33

"y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate de muchos." - Marcos 10:44-45

"para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo." - Romanos 15:6


En Resumen, para ser parte del Reino de Dios, debemos aceptar a Jesucristo como nuestro Rey y Salvador, buscar su guía y dirección a través de la Oración, servir y amar a los demás, y unirnos a una comunidad para fortalecer y crecer en nuestra fe y predicar sobre el Reino de Dios. Al hacer estas cosas, podemos experimentar la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas y llevar su amor y su gracias a todos los que nos rodean, cumpliendo así con el mandato que nos dejo el Señor Jesucristo.


"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" - Mateo 28:19.